1. Lo barato puede ser un error: Muchos se inclinan por un precio bajo y podemos acabar pagando más. Una vez que nos ponemos al volante pueden suceder mil imprevistos ante los que más vale estar lo mejor cubierto posible.
2. Cobertura del seguro: Muchas veces, sólo nos fijamos en lo básico, pero la cobertura es algo para tomar en cuenta. Se pueden encontrar completos seguros a buen precio. Hay que saber buscar dentro del mercado algo que se amolde a nuestras necesidades.
3. Compra tu seguro de vehículo en un centro autorizado: La aseguradora que elijas debe estar reconocida por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
4. Cuidado con los tramitadores: Existen personas que engañan a otras “ayudándoles” con “el trámite” de su seguro de auto o de responsabilidad civil por daños a terceros. Ellas te darán un papel que supuestamente te asegura, pero no tiene ninguna validez y si se lo enseñas a alguna autoridad, te meterás en problemas.